la sugerencia de trabajo interno para el hoy.
Utilizaremos la energía del día para atender el templo del alma (nuestro cuerpo físico) pasando tiempo a solas.
A medida que uno se abre a sentir -preferentemente en un espacio personal de introspección- encuentra sus potencialidades ocultas, descubrimos nuestros dones, las capacidades, lo que nos gusta, lo que queremos… y también nos encontramos con los miedos, los traumas y los complejos.
Todo lo que nos limita nos va quitando la energía para disfrutar lo que hacemos.
El desafío está en superar nuestras dualidades…
De cada temor sacar la fuerza para superarlo,
De cada complejo sacar el aprendizaje que hemos obtenido mientras nos veíamos separados del otro por sentirnos inapropiados o diferentes,
De cada trauma rescatar la experiencia y la visión que desarrollamos para poder seguir adelante.
Si hemos estado observándonos y asimilando los aprendizajes, entonces a mayor cantidad de situaciones difíciles, dispondremos ahora de mejores herramientas espirituales y emocionales. Así es, nos habremos fortalecido, habremos aprendido a adaptarnos, a ser flexible con distintos tratos y a ser experto en algo que es absolutamente único… el manejo propio del SER.
Por el contrario, si hemos puesto nuestra energía y desatención en culpar a los otros o en victimizarnos; encontraremos un patrón de situaciones no resueltas que aparecen una y otra vez. Causando duda, dolor, tristeza, enojo, apegos, ego, orgullo, soberbia, vicios, frustración o depresión.
EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA:
Respiro siete veces profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, dejar de compararme con el resto, y enfocarme en ver mis dualidades, reconocer todo lo que he transitado, valorar todos mis logros y todas las acciones para comprender situaciones complejas.
Así como la serpiente muda su piel del pasado, hoy puedo juntar mis experiencias dolorosas de vida y soltarlas… hoy me atrevo a mudar mi SER y tomar este día con una mirada fresca, aplicando las invaluables herramientas de manejo de vida que me ha dado mi experiencia.
Aquí y ahora me entrego a sentir desde mi esencia genuina, descubro lo que soy más allá de cualquier rótulo, título o cargo.
Aquí y ahora recupero mi energía vital… aquella que me fortalece en cada respiración y que me hace disfrutar la vida desde mis dones y talentos.
Hoy es un buen día para reconocer mi dualidad, pasar tiempo a solas y regenerarme. Siempre el instinto es más sabio que la mente.
