SUGERENCIA DE TRABAJO INTERNO DIARIO ABRIL, 2020.
Utilizaremos la energía del día para ser consciente del impacto del miedo en nuestras vidas, parte I.
Nos inspiraremos en la siguiente historia sobre LOS MIEDOS:
Iba la peste camino a Bagdad, cuando se encontró con un peregrino.
Él le preguntó:
-“¿A dónde vas?”
La peste le contestó:
-“A Bagdad, a matar a diez mil personas”.
Después de un tiempo, la peste volvió a encontrarse con el peregrino, quién muy enojado le dijo:
-“Me mentiste. Me dijiste que matarías a diez mil personas, y mataste a cien mil”.
– “Yo no mentí, maté a diez mil, EL RESTO MURIÓ DE MIEDO”.
La sociedad colabora con el miedo, al magnificar la información alarmista de los medios de comunicación. En 1938, Orson Welles, como parte de su estrategia para promocionar su obra teatral “La guerra de los mundos”, desató un ataque de pánico colectivo en Estados Unidos al anunciar:
“Señoras y señores, tengo que hacer un grave anuncio. El extraño objeto que cayó esta tarde temprano en Grovers Milis, Nueva Jersey, no era un meteorito. Por increíble que parezca, el objeto contiene seres extraños que, según se cree, constituyen la vanguardia de un ejército proveniente del planeta Marte. Ahora sabemos que, desde comienzos del siglo XX, nuestro planeta está siendo observado muy de cerca por inteligencias más desarrolladas que la humana”.
Miedo, pánico, miedo colectivo.
El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano.
El Pánico (del latín “panicus” miedo excesivo sin aparente causa justificada), en el Diccionario de la Real Academia Española es el miedo extremado o del terror producido por la amenaza de un peligro inminente, y que con frecuencia es colectivo y contagioso. El pánico es una reacción colectiva muy temida, a pesar de no ser la más frecuente que se puede definir como el miedo colectivo intenso, sentido por todos los individuos de una población y que se traduce en las reacciones primitivas de “fuga loca”, de fuga sin objetivo, desordenada, de violencia o de suicidio colectivo.
Un miedo colectivo es miedo compartido por una parte importante de un grupo o de una sociedad.
Estímulos que provocan el pánico o miedo colectivo.
Para Freud, el pánico se produce cuando una tal multitud comienza a disgregarse y se caracteriza por el hecho de que las órdenes de los jefes dejan de ser obedecidas, no cuidándose a cada individuo sino a sí mismo, sin atender para nada a los demás. Rotos así los lazos recíprocos, surge un miedo inmenso e insensato. El miedo del individuo puede ser provocado por la magnitud del peligro o por la ruptura de lazos afectivos.
Del mismo modo, se produce el pánico por la intensificación del peligro que a todos amenaza o por la ruptura de los lazos afectivos que garantizaban la cohesión de la masa, y en este último caso, la angustia colectiva presenta múltiples analogías con la angustia neurótica.
En una época caracterizada por una constante turbulencia y un creciente sentimiento de inseguridad, Jean Pierre Dupuy, en su trabajo “El pánico” se pregunta: ¿Por qué las crisis que desgarran o los miedos que habitan en ella no degeneran en desórdenes generalizados o en desbandadas desenfrenadas? Sostiene que toda sociedad posee un lazo invisible que la mantiene funcionando, como un inconsciente colectivo que se impone a los hombres.
Nuestro país vive un estímulo amenazante para sus habitantes, el cual se sintetiza en las condiciones de violencia, inseguridad y crisis política y económica, las cuales han generado un miedo colectivo. Y si las cifras, lejos de bajar, se mantienen; ello produce en los habitantes grandes dosis de estrés, inseguridad y emociones extremas de ansiedad y miedo extremo, sobre todo para quienes han sido víctimas de alguno de esos delitos.
EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA: Respiro SIETE VECES profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, y descubrir en mí, las raíces de mis miedos y responsabilizarme de su impacto en los demás.
Raíz biológica.
Como un esquema adaptativo, y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitirme responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia.
Raíz neurológica.
Estructuras procesos y productos del cuerpo humano y particularmente del cerebro.
Raíz psicológica.
Como un estado afectivo, emocional, necesario para la adaptación de mi organismo al medio, y cuando no tiene salida esta emoción se convierte en una alteración psicológica o en un estado somatomorfo.
Raíz social y cultural.
Con un enfoque sociológico, antropológico, económico, político o espiritual, se puede aprender a temer objetos o contextos o situaciones.
EJERCICIO DE ESCRITURA. 3 minutos.
¿Qué raíces del miedo aplican en mí?
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¿Cómo atenderlo?
El primer paso es contar con un panorama completo del miedo colectivo, y una de las mejores formas de atenuarlo es contar con información que nos ayude a enfrentarlo.
Las tres formas de atenuarlo que me pueden funcionar son:
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ME REGALO 3 MINUTOS.
Los miedos también se puede aprender a no temerlos independientemente del enfoque en donde se analicen. Las emociones están directamente relacionadas con los significados, y de hecho no se produce ningún cambio emocional sin que se produzca un cambio cognitivo.
Las tres herramientas emocionales que me ayudarían a mantenerme neutral y en armonía son:
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