SUGERENCIA DE TRABAJO INTERNO Agosto 2020, 2020.
Usaremos la energía del día para revisar nuestra relación con la verdad y la mentira.
Nos inspiraremos en la leyenda de la verdad y la mentira.
Cuenta la leyenda que un día la Mentira y la Verdad se encontraron en un río. Entonces, la Mentira le dijo a la Verdad:
– Buenos días, doña Verdad.
Y la Verdad, que no se fiaba mucho de su nueva amiga, comprobó si realmente era un buen día. Miró al cielo azul sin nubes, escuchó cantar a los pájaros y llegó a la conclusión de que, efectivamente, era un buen día.
– Buenos días, doña Mentira.
– Hace mucho calor hoy, dijo la Mentira.
Y la verdad vio que tal y como decía la Mentira, era un día caluroso.
La Mentira entonces invitó a la Verdad a bañarse en el río. Se quitó la ropa, se metió al agua y dijo:
– Venga doña Verdad, que el agua está muy buena.
Por aquel momento la Verdad ya se fiaba de la Mentira, así que se quitó la ropa y se metió al río. Pero entonces, la Mentira salió del agua y se vistió con la ropa de la Verdad mientras que la Verdad se negó a vestirse con la ropa de la Mentira, prefiriendo salir desnuda y caminar así por la calle. La gente no decía nada al ver a la Mentira vestida con la ropa de la verdad, pero se horrorizaba al paso de la Verdad desnuda.
Esta fábula admite muchas interpretaciones morales y también simboliza perfectamente a muchas personas que prefieren autoengañarse creyendo una mentira que puede estar muy bien presentada para que parezca verdad, antes que enfrentarse a la auténtica verdad sin tapujos.
Preferir la mentira disfrazada de verdad es humano.
En un estudio de una prestigiosa universidad americana expone que mentimos en un 35% de nuestras conversaciones. ¿Será? Para los padres, sus hijos son los más guapos; sin embargo, una mentira por pequeña y piadosa que sea, no deja de ser un obstáculo para la confianza. Si sale a la luz, una mentira puede arrojar dudas sobre cien verdades anteriores haciendo que nos cuestionemos experiencias anteriores que creíamos verdaderas. Y la falta de confianza acaba repercutiendo en falta de entendimiento en las relaciones humanas.
EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA: Respiro SIETE VECES profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, y darme cuenta de mis patrones internos relacionados con mis verdades y mentiras.
EJERCICIO DE ESCRITURA. 3 minutos.
Clarifico “tres señales de autoengaño” recurrentes en mi vida.
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ME REGALO 3 MINUTOS.
¿Qué herramientas pueden ayudarme a “observarme desde mi cruda verdad”?
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