SUGERENCIA DE TRABAJO INTERNO DIARIO MAYO, 2020.
Utilizaremos la energía del día para descubrir el AMOR como fuerza todopoderosa, parte I.
Nos inspiraremos en una famosa carta atribuida Albert Einstein, enviada a su hija.
La carta es inquietante por varias razones:
1. Por ser una confesión íntima de un científico revolucionario y moderno que reconoce el amor como fuerza todopoderosa para la que la ciencia no ha encontrado una explicación.
2. Porque el científico señala a la sociedad como poco avanzada para entender esta idea.
3. Porque reconoce que los científicos olvidan en sus estudios elementos invisibles.
4. Porque el amor nos da miedo al ser una energía que no podemos manejar a nuestro antojo.
5. Porque no sabemos dar y recibir esta energía universal, tenemos que aprender.
6. Porque el motor de esa energía está en nuestro interior.
Y es inquietante por lo que significan cada una de estas razones: ¿la ciencia puede obviar el humanismo? ¿El humanismo puede suicidarse ante la ciencia? ¿El prejuicio ante el amor viene por esa misma ciencia? Y sobre todo: ¿cómo aprender a dar y recibir esa energía universal?
Este es el tema más conflictivo: mandamientos, meditaciones, práctica de virtudes, lecturas de textos sagrados y textos de hombres que han alcanzado un estado de amor por encima de la media, visualizaciones, voluntad, esperanza, aceptación, conciencia de la muerte.
La posibilidad de caminos que se han ido descubriendo a lo largo de la historia es enorme. El problema es que el camino se olvida de la meta y se convierte en destino de sí mismo. Se olvida que practicar una virtud es para abrir el corazón, ese motor interno del que habla Einstein, se olvida que los mandamientos cristianos se cierran en el amor y nos quedamos con el premio o castigo, con el cumplir o no cumplir, con el ser buenas personas o no.
Es posible que evitar las malas acciones y procurar las que hacen felices a los demás abran el corazón, pero resulta un camino muy complicado de enseñar. La enseñanza en el amor, que supongo que tendría que haberla, sería aquella que consiguiera despertar el amor de forma natural para que fluyera libre de culpas y órdenes, de premios y castigos, de valoraciones antes de la acción.
Y esa enseñanza es la que no sólo no sabemos cómo hacerla, sino que la hemos suprimido de nuestros objetivos. Supongo que el miedo al amor del que habla Einstein nos hace preferir hablar de ética, pero también como una especie de norma cívica que no necesita el amor.
Quizás reabriendo el tema, sea también una forma de convocarlo. Por ahora, me quedo con el camino de Spinoza de guiarnos siempre hacia la luz, aquello que nos hace bien, de manera que el hacernos bien constantemente puede convertirnos en hombres y mujeres amorosos, no lo sé.
Antes de leer la carta… ¿Cuáles son tus reflexiones sobre el poder del amor?
EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA: Respiro SIETE VECES profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, y darle sentido a mi realidad, desde mi amor propio y desde el amor universal.
EJERCICIO DE ESCRITURA. 3 minutos.
Detecto “personas, situaciones o circunstancias” que no me permiten disfrutar del PODER DEL AMOR.
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ME REGALO 3 MINUTOS.
Las tres herramientas que me ayudarán “ A VIVIR EN EL AMOR” son:
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