SUGERENCIA DE TRABAJO INTERNO DIARIO ABRIL, 2020
Utilizaremos la energía del día para ¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL MIEDO?.
Nos inspiraremos en una una visión de la situación, desde Perú.
Cuando empezó a crecer en el Perú los casos de COVI19 un grupo de personas comenzaron a comprar en forma compulsiva papel higiénico. Es muy probable, que estas personas hayan relacionado esta pandemia con “el cólera” que azotó nuestro país hace más de 20 años. Su “memoria” los llevó a protegerse de esa forma. El miedo entró en acción.
El miedo tiene tres formas de “protegernos”:
1)Te paraliza,
2)Te hace huir o
3) Te prepara para el ataque. Es decir, te ayuda a sobrevivir.
Al sentir miedo ante un ataque y nuestro cuerpo nos mueve a huir, la sangre es dirigida a las piernas y al corazón, para poder correr con mayor velocidad y a latir mucho más rápido, respectívamente. Esta sangre es “tomado” de una gran parte del cerebro, el aparato digestivo, el aparato reproductivo y otros órganos que no utilizamos en la huida. Una vez que logramos estar a buen recaudo, la sangre retorna a circular por todo el cuerpo con normalidad.
El caso es que, una gran parte de seres humanos, se quedan con el miedo de ser atrapados y comienzan a crear historias: “…y que hubiera pasado si…”, “.. y ahora que pasará…”, “..y si me vuelve a atacar…” y mantienen el cuerpo en tensión, en permanente stress. La ansiedad o depresión mantenido por un largo período, ocasionan enfermedades en el aparato digestivo, reproductivo y otros órganos relacionados que sufrieron la disminución en el flujo sanguíneo.
Lo único real es el hoy,
el presente.
Vivir el hoy sin expectativas,
te genera alegría, paz.
El pasado y el futuro no existen.
El miedo al pasado genera depresión.
El miedo al futuro genera ansiedad.
Gestionemos nuestros miedos, hagamos consciente en que situaciones sentimos temor. Cerremos los ojos, respiremos tranquilamente y preguntémonos:
¿A qué le tengo temor?,
¿Qué recuerdo me trae esta persona o situación?,
¿Cuál es la emoción que me trae esta persona o situación?,
¿Qué puedo hacer al respecto?,
¿Qué recurso me hubiera gustado tener en aquella situación?,
De haber tenido este recurso, ¿Cuál hubiera sido mi respuesta?
Todos los seres humanos tenemos la capacidad de encontrar nuestras propias respuestas, las más idóneas, las perfectas para nuestra circunstancia, desde una nueva perspectiva.
Tenemos un don que no estamos utilizando. Somos seres extraordinarios que no estamos usando el poder del silencio, no estamos usando la paciencia para esperar la respuesta a nuestras preguntas que generalmente vienen a través de un sueño, una respuesta que llega en cuanto pones el pié en el piso, cuando ves un aviso, un mensaje en un parachoques, en el comentario de un amigo, en un pasaje de una película, serie o programa visual.
En todo esto la divinidad, y no nos damos tiempo para escucharla; he aquí la oportunidad. Hoy tenemos el tiempo para conversar con nosotros. Hacer un alto en el camino y revisar nuestras acciones… nuestro caminar.
EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA: Respiro SIETE VECES profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, y revisar tranquilamente mis pasos y hacer correcciones en beneficio de mi alma, haciendo el bien a las personas de mi entorno, acompañando, enseñando, mirando a los ojos. Todo con el único sentimiento que es natural en mí: EL AMOR.
EJERCICIO DE ESCRITURA. 3 minutos.
Detecto “tres situaciones, personas o circunstancias” que “me dan miedo” y paralizan mi actuar.
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ME REGALO 3 MINUTOS.
Las tres herramientas que me ayudarán a “encontrar respuestas” a partir del miedo que siento:
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