La energía del día nos invita a *elegir con quién ser vulnerable, aprender a decir que no y a no hacer cosas que no queremos*.
Nos inspiraremos en un texto de *Jeff Foster*,
No tienes que “abrirte” a nadie con quien no tengas ganas de abrirte.
No tienes que ser emocionalmente “vulnerable” con personas que no te inspiran confianza.
No tienes que ofrecer tu vulnerabilidad a los extraños en la calle, a las personas que acabas de conocer, a los amigos, a los miembros de la familia, en las redes sociales o para parecer abierto o espiritual o “crudo, real y auténtico”.
No es necesario compartir lo que no te sientas lista o dispuesta a compartir.
No hagamos de la vulnerabilidad un nuevo dogma, o una nueva religión, u otro ‘debería’.
Se te permite tener límites fuertes y protectores alrededor de tu vulnerabilidad. Se te permite proteger tu corazón precioso, frágil y sensible, tus sentimientos, anhelos, pensamientos y temores más profundos, privados y secretos, hasta que estés listo o dispuesto o te sientas lo suficientemente seguro para compartirlos.
Se te permite mantener tu vulnerabilidad alejada de aquellos con los que no te sientes seguro, aquellos que no quieren tu precioso corazón o no puedan manejarlo, aquellos que han demostrado no ser dignos de confianza y aquellos que lo juzgan o lo avergüenzan por no “abrirse” en tu horario. o en la forma que exigen.
Tus límites en torno a tu vulnerabilidad no te hacen débil, temeroso o no evolucionado.
A veces decir NO a compartir tu vulnerabilidad con alguien es un acto de tremendo coraje (al igual que a veces compartir tu vulnerabilidad es un acto de tremendo coraje).
Tienes la oportunidad de elegir con quién ser vulnerable, frágil y abierto, y cuándo, y por qué, y cómo, y puedes elegir cuánto de ti mismo revelas, en cada momento.
Tienes la oportunidad de dibujar estas líneas y volver a dibujarlas. Puedes compartir más, si te apetece, o cambiar de opinión, o compartir menos, o no compartir nada personal o íntimo en absoluto.
A los demás se les permite estar decepcionados, frustrados, enojados o tristes, y se les permite desear más vulnerabilidad de tu parte.
Y aún así, no tienes que compartir ni un gramo más de lo que te sientas cómodo compartiendo. Este es tu derecho y tu poder.
Tu vulnerabilidad es un regalo sagrado, y lo das solo cuando estás listo y dispuesto a darlo, y no un momento antes.
Y eso, mis amigos, es una vulnerabilidad *verdaderamente* valiente.
*EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA:* Hago conscientemente *20 RESPIRACIONES CONECTADAS* disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, *y darme cuenta que tengo la oportunidad de elegir con quién ser vulnerable, frágil y abierto; es mi derecho*.
*Ejercicio de escritura. 3 minutos.*
Reconozco donde y con quién debo ser firme y aprender a decir que no.
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*Ejercicio de inmersión amorosa. 3 minutos.*
Uno mi corazón al corazón único y absoluto de la humanidad y soy fiel a esa unión.
¿Qué sentí?
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