Identifica un ANTIVALOR que opaca tu Brillo

Identifica un ANTIVALOR que opaca tu Brillo

Identificar un ANTIVALOR que opaca mi humanidad brillante.

Sugerencia de trabajo interno para enero, 2020.

Enfocaremos la energía del día para identificar un ANTIVALOR que opaca mi humanidad brillante.

Nos inspiraremos en un texto de Enciclopedia de Ejemplos (2019). “Antivalores”.

ANTIVALORES
Conocemos una serie de valores culturales que rigen aquello entendido socialmente como correcto: verdad, fidelidad, justicia, altruismo, respeto… Todas estas formas de accionar ubican a la persona en el camino de la virtud, en la búsqueda de un mejoramiento constante de sus propias condiciones y de su manera de relacionarse con los demás y con el mundo.

Por el contrario, los denominados antivalores marcan las actitudes negativas de una persona o grupo de personas frente a las reglas sociales. Elegir el camino de los antivalores significa desconocer las pautas morales convenidas socialmente como positivas y afines al bien común, privilegiando intereses particulares, impulsos negativos y otras reacciones condenables.

Revisa los siguientes ANTIVALORES e identifica cuál te *choca porque te checa:*

DESHONESTIDAD: se contrapone a la honestidad. Marca el uso de medios no correctos o ilegales para la consecución de determinados fines, incluyendo el robo, la mentira y el engaño.

DISCRIMINACIÓN: falta de entendimiento hacia el otro, hacia el diferente desde distintos puntos de vista: sexual, capacidades físicas, inclinaciones políticas, etc. Puede incluir violencia y sometimiento a las minorías.

EGOÍSMO: lo contrario al altruismo. Indica actitudes que ponen siempre por encima las necesidades individuales sobre las del conjunto, a un nivel extremo.

ENEMISTAD: en vez de buscar la amistad y la concordia, la persona que actúa a partir de este antivalor busca el enfrentamiento y la revancha con sus semejantes.

ESCLAVITUD: sometimiento de una persona a los requerimientos de otra u otras, sin considerar la libertad individual ni los derechos inherentes a todo ser humano.

GUERRA: contrario a la paz. Actitud beligerante de un grupo o país para con otros, propiciando la lucha armada o la violencia de cualquier tipo.

IGNORANCIA: desconocimiento extremo del capital cultural humano o de las virtudes morales, aún cuando la persona tiene las condiciones intelectuales para lograr el entendimiento.

PLAGIAR: actitud de copiar a otros y de hacer ver lo producido como propio. Contrario a la originalidad.

IMPRODUCTIVIDAD: falta de resultados concretos en nuestras acciones, se contrapone a la búsqueda de productividad y utilidad en lo que hacemos de acuerdo a objetivos planteados de antemano.

IMPRUDENCIA: actitud no atenta a las circunstancias que se viven y a la presencia de otras personas. El individuo se guía demasiado por impulsos, no sabe esperar, no es prudente.

IMPUNIDAD: ante la ausencia de castigo frente a hechos que lo merecen, la persona actúa como si hubiera obrado correctamente.

IMPUNTUALIDAD: desprecio al tiempo del otro, incumplimiento de pautas temporales en citas, entrevistas, encuentros, jornadas laborales, actividades académicas, etc.

INDIFERENCIA: desinterés por la suerte de otras personas o por cualquier cuestión.

INEFICACIA: hacer mal las cosas. Contrario a eficacia.

INEQUIDAD: falta de equilibrio, aplicado principalmente en las situaciones de desigualdad social cuando las mejores condiciones socioeconómicas son acaparadas por una minoría, en desmedro de una mayoría que no tiene acceso a las mismas.

INFIDELIDAD: rotura de un pacto de fidelidad y respeto mutuo entre dos personas.

INFLEXIBILIDAD: incapacidad para adaptarse a distintas circunstancias, para cambiar de opinión o forma de actuar cuando es necesario o para entender múltiples puntos de vista.

INJUSTICIA: falta de respeto a las normas jurídicas o morales que no es debidamente castigada o penada. Se opone a la justicia.

INTOLERANCIA: incomprensión frente a cualquier tipo de diferencia. El valor contrario es la tolerancia.

IRRESPETO: no respetar a otras personas ni a sus necesidades.

IRRESPONSABILIDAD: falta de cumplimiento de las tareas asignadas en tiempo y forma. Contrario a la responsabilidad.

MENTIRA: faltar a la verdad en cualquier situación.

ODIO: se contrapone al amor. La persona tiene una actitud negativa y violenta ante todo y ante todos, enfrentando a otros incluso sin razón aparente.

PARCIALIDAD: analizar o juzgar una cuestión solamente desde el punto de vista propio, sin apreciar el resto de las visiones. El valor contrario es la imparcialidad.

SOBERBIA: colocarse por encima del resto, menospreciando a otras personas. Contrario al valor de la humildad.

EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA:

Respiro SIETE VECES profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, renunciar a mi razonamientos desde el EGO y aprender a escuchar mi verdad interna. Hoy es buen día para soltar lo que no me agrada de mí y elegir de nuevo.

EJERCICIO DE ESCRITURA. 3 minutos.

*El ANTIVALOR que quiero soltar es:
_________
porque considero que _______.

 

ME REGALO 3 MINUTOS.

Las tres habilidades, herramientas, comportamientos o valores que me ayudarán a lograrlo son.
1.______
2._________
3._________

Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.

Tercera Herida – Las 5 heridas de Vida

Tercera Herida – Las 5 heridas de Vida

Te comparto la sugerencia de trabajo interno para el hoy.

Utilizaremos la energía del día para revisar las cinco heridas que impiden ser uno mismo; parte III.

Con humildad y sinceridad cada quien puede reconocer sus heridas. Reconocer nuestra limitación humana es el primer paso en el proceso de sanación. Si nos cuesta identificar nuestras heridas es porque nos ocultamos tras una máscara, que se construyó para no ver ni sentir esa herida.

Veamos la siguiente máscara:
La herida del ABANDONO y la máscara de DEPENDENCIA.

La herida del abandono se siente más al nivel del “hacer y tener” que en el nivel del “ser” (como es el caso de la herida del rechazo).

Situaciones que pueden despertar la herida del abandono son:
– La madre debe ocuparse de su recién nacido bebé. El otro hijo puede sentirse abandonado.
– Si los padres trabajan todo el día y no tienen tiempo para los niños, pueden sentirse abandonados.
– Si el niño tiene que estar en cama en el hospital sin entender qué le ocurre, puede sentirse abandonado.
– Si el niño debe quedarse en casa de su tía durante unas cortas vacaciones, puede sentirse abandonado.

Normalmente la herida del abandono se reaviva con el padre de sexo opuesto. Normalmente quien sufre de abandono también sufre de rechazo (con el padre del mismo sexo). Mientras sigamos estando resentidos con alguno de nuestros padres, tendremos dificultades con las personas del mismo sexo que nuestro padre a quien no hemos perdonado. Para perdonar, no hay nada mejor que comprender que él/ella son también víctimas de sus padres, y que les acusamos de algo que nosotros mismos hacemos a ellos.

Quien sufre de abandono siente que no tiene suficiente alimento afectivo. Para no sentir esa carencia afectiva, se construyen la máscara de la dependencia.

Los dependientes piensan que nunca serán capaces de valerse por sí mismos, y que necesitan a alguien a quien apoyarse. Algunas partes de su cuerpo se muestran flácidas o sin tono muscular, como si no pudieran aguantarse solas. Los dependientes tienden a adoptar el papel de víctima. Atraen problemas para atraer la atención de los demás. Pero la atención de los demás nunca es suficiente para ellos. Sueñan en destacar o tener papeles “estrella” ante grandes audiencias. Su necesidad de atención es insaciable, por eso cuando comen no ganan peso, pues hay en ellos una creencia profunda que dice que “nada es suficiente”.

A los que adoptan el papel de víctima les suele gustar adoptar el papel de salvador. Jugarán el papel de “padre o madre” con sus hermanos o tratarán de salvar alguien a quien aman y que está en dificultades. Hacen para los demás para sentirse importantes, y esperan afecto a cambio. Asumen responsabilidades que no les corresponden, y sufren por los demás, dependiendo su felicidad de la felicidad del otro. Su gran abertura del plexo solar (empatía) no es sana para ellos ni para los demás.
Creen que si logran hacerlo todo bien solos, nadie se ocupará de ellos en el futuro, y para tratar de evitar ese posible aislamiento, buscan alguien con quien sentirse apoyados para realizar sus proyectos.
Los dependientes tienen muchos altos y bajos. Su gran miedo a estar solo es lo que genera esas subidas y bajadas de humor. Pueden aguantar lo inaguantable con una pareja para no sentirse solos. Viven en la esperanza emocional de que en el futuro las cosas pueden cambiar. Tiene problemas con la palabra “dejar”. Si alguien les dice “te tengo que dejar, tengo que irme”, se sentirán heridos. Tienen dificultades en dejar una situación, persona o lugar.

La emoción más intensa que siente un dependiente es la tristeza.
Buscan la compañía de los demás para no sentir esa tristeza. Pueden usar el sexo para sentirse próximas a la otra persona.
Tienen miedo de todas las formas de autoridad, pues piensan que alguien autoritario es frio y no va a cuidarse de ellos. Por eso los dependientes son cálidos con los otros.


Temen recibir demasiada atención de los demás, por miedo a sentir emociones demasiado profundas de abandono. Tan pronto la relación se vuelve intensa, buscan una manera de hacer que acabe. Necesitan atención de su pareja, pero no dan al otro lo que le piden. Si el dependiente quiere tomarse un rato para leer a solas, todo está bien. Pero si es la pareja quien decide tomarse un rato para leer a solas, se lo toman como si no fueran importantes para ser tomados en cuenta.


Pueden acusar a Dios de abandonarles en la vida. No se dan cuenta con qué frecuencia ellos mismos decepcionan a los demás, o con qué facilidad abandonan proyectos sin acabar.
Cuando se dan cuenta del problema que trae su dependencia, en lugar de aceptarla, intentan ser independientes. Muchos que tienen la herida del abandono no quieren ver su dependencia, y se creen los más independientes. La autonomía es sana, no la independencia.

¿Eres capaz de identificar esta herida en tu vida?

EJERCICIO DE ATENCIÓN PLENA: Respiro siete veces profunda, suave y conscientemente; disfruto de mi silencio y coopero con mis sentidos para sincronizarme con mi sabiduría interna, y darme cuenta que las heridas que no soy capaz de hacerlas consciente se manifiestan en mi vida como destino.

Ejercicio consciente:
Busco en mi historia de vida, señales o huellas de la herida del ABANDONO y la máscara de DEPENDENCIA.

Aquí y ahora acepto mis heridas, reconozco mi trabajo interno y agradezco a los maestros que encuentro en el camino.

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